Tinta Dulce explora las posibilidades de la hoja de coca para crear tintas naturales aplicadas a fibras naturales, acuarela y serigrafía.

Baño de tinte de hoja de coca por: María José Gómez. Foto por: Andrea Finella.

Acuarela con tinta de coca por Esteban Borrero. Foto por: Andrea Finella.

Serigrafía con tinta preparada con harina de coca por Felipe Herreño. Foto por: Andrea Finella.

REIVINDICAR SU VALOR

Además de su enfoque artístico, esta experimentación colectiva busca cambiar la percepción de la hoja de coca y de las comunidades que la cultivan, reivindicando su valor cultural y su uso como recurso creativo para promover una ruralidad más próspera y equitativa.

Hoja de coca y otras plantas tintóreas locales para el desarrollo de la paleta de color. Foto por: Andrea Finella.

Alistamiento de fibra de fique para tinturar. Foto por: Andrea Finella.

Preparación de baño tintóreo con hoja de coca. Foto por: Andrea Finella.

Cambio de Ph de baños tintóreos para obtener diferentes tonos. Foto por: Andrea Finella.

Enfriamiento de baño de tinte para terminar el proceso de tintura. Foto por: Andrea Finella.

Algodón, fique y fibra de piña secando a la sombra después de proceso de tintura. Foto por: Andrea Finella.

En Colombia y en el territorio andino la coca es para diversas comunidades indígenas un elemento sagrado con propiedades medicinales y nutricionales. Su cultivo y consumo forman parte de prácticas ancestrales que fortalecen la identidad cultural y promueven las economías locales.

Aún con ese contexto cultural, la Convención Única de Estupefacientes de 1961 de las Naciones Unidas clasificó a la hoja de coca dentro de la lista I de estupefacientes, sometiéndola a estrictos controles internacionales, paralizando avances científicos y acentuando el estigma sobre ella.

Hoja de coca. El Tambo, Cauca. Foto por: Monica Suarez

Hoja de coca seca. Foto por: Andrea Finella.

Hoja de coca seca. Foto por: Andrea Finella.

UN LEGADO CULTURAL

Mientras tanto, durante los últimos 50 años el cultivo de hoja de coca en Colombia ha sido un eje muy importante para las economías campesinas, especialmente para aquellas que habitan en zonas rurales apartadas. En el contexto de una política de drogas centrada en la prohibición y la estigmatización de las comunidades cocaleras, se ha acentuado la violencia en el país y se ha descontextualizado la planta, desconociendo los usos tradicionales, su propiedades y su legado cultural.

Encuentro de Asociaciones de artesanas vinculadas al proyecto, durante el taller de tintura con hoja de coca en Ubaté. Foto por: Liliana Merizalde.

Preparación de baño de tinte con harina de coca, taller de tintura en Ubaté. Foto por: Liliana Merizalde.

Pajarita Caucana fue un colectivo creado en el 2021 del que formaron parte Ginger Blonde y María Alejandra Torres con la intención de desestigmatizar y reivindicar la planta de coca, explorando sus usos en la tintorería natural y promoviendo los cruces entre artesanía, arte, diseño y moda para construir desde allí nuevas narrativas.

Madejas de seda después del baño de tinte. El Tambo, Cauca. Foto por: Daniela Rubio.

Esta fase destacó el color de la coca como recurso narrativo y presentó el resultado de la investigación en espacios relevantes para decisiones sobre políticas públicas.

Durante esta fase, se desarrolló con la Asociación Agroarte una primera paleta de color con hoja de coca sobre hilo de seda. Esta iniciativa se centró principalmente en la divulgación del color de la coca como recurso narrativo y presentó una primera paleta de color con los tonos resultantes de la investigación en distintos espacios expositivos.

Prendas de seda tinturadas con coca durante la muestra expositiva en Casa Aainjaa. Foto por: Nicolás Luna.

El trabajo con asociaciones comunitarias ha sido el eje fundamental para transformar el recurso creativo de los tintes naturales en una herramienta de desarrollo rural y económico. Hemos visto crecer el número de organizaciones que incorporan a su catálogo piezas teñidas con hoja de coca y aumentan sus ventas de manera sustancial.

Dentro de la experiencia de trabajo con asociaciones de artesanas, resaltamos los encuentros de saberes, donde se comparten experiencias de trabajo y de vida. En estos encuentros se generan herramientas de cambio que esperamos se conviertan en mecanismos que permitan transformar barreras regulatorias en el futuro.

Proceso para colar la lengua de vaca, mordiente natural utilizado durante el proceso. Foto por: Liliana Merizalde.

Diferentes tonos obtenidos con la hoja de coca al modificar el Ph del baño de tintura. Foto por: Liliana Merizalde.

Proceso para colar la harina de coca, previo al proceso de tintura. Foto por: Liliana Merizalde.

Hasta el momento se han sumado al proyecto:

  • Asociación artesanal Agroarte
  • Empresa Cooperativa de fibras naturales de Santander - Ecofibras
  • Asociación de Artesanos de Guacamayas - Boyacá
  • Asociación de los Oficios Tradicionales Tejilarte

Hermenila, miembro de la Asociación de artesanos de Guacamayas Boyacá. Foto por: Liliana Merizalde.

Fibras naturales tinturadas con hoja de coca y sobre tinturadas con diferentes plantas. Foto por: Liliana Merizalde.

Rocío, Hermelina y Sandra, artesanas participanes en el taller de tintura con hoja de coca en Ubaté. Foto por: Liliana Merizalde.

Taller de tintura con hoja de coca en Ubaté. Foto por: Liliana Merizalde.

En este cuaderno, el artista Esteban Borrero explora su imaginario sobre las aves colombianas en una búsqueda por conectar el proyecto con audiencias más jóvenes, a través de la anatomía de la planta y pequeñas pistas sobre su estrecha relación con las comunidades campesinas andinas.

La publicación fue impresa con tinta de coca, preparada mezclando harina de coca con tinta para serigrafía sobre papel.

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